sábado, 16 de abril de 2011

Economía. Ganadería y agricultura

Conformaron en el Archipiélago una civilización peculiar, con elementos comunes a todas las Islas, pero también con rasgos distintivos propios, frutos de una evolución insular original. La ganadería caprina y ovina y la agricultura de cebada y trigo constituyeron la base de su primitiva economía, junto con elementos recolectores basados en los productos del mar. El asentamiento de los aborígenes canarios estaba relacionado totalmente con la actividad económica, ya que tenían que situarse en zonas fértiles para una mejor obtención de los recursos. Es por ello, que la mayoría de los núcleos de población se situaron en los márgenes de los barrancos y en la costa, siendo la tierra en ellos más fértil y tendiendo acceso a los recursos marinos con mayor facilidad.
Agricultura
La agricultura tenía un papel esencial en la dieta de los aborígenes, aunque era más importantes en algunas islas como Gran Canaria que en otras como Tenerife, la cual era más ganadera. Uno de los principales medios para la agricultura era la semilla, de la cual la principal va a ser la cebada, que se ha considerado incluso como monocultivo debido al gran número de yacimientos en los que aparece. Esto se explica porque era una semilla que no se picaba y que creía tanto en zonas costeras como de cumbre. Además, era el primer cultivo en crecer en comparación con el resto, es decir, loa aborígenes la preferían porque daba su fruto pronto.
El trigo por su parte, fue un cereal secundario aunque fuese usado desde antiguo. Es un cultivo que, a pesar de ser el cereal más nutritivo, necesita mejores tierras y su producción es menor que la cebada. No es muy abundante en los yacimientos, porque lo que se extrae que no fue tan importante como la cebada.
También se cultivaban legumbres como las lentejas, las arvejas o las habas. Éstas son ricas en proteínas y eran cultivadas a la misma vez que los cereales, obteniendo así una dieta equilibrada. Constituían un alimento nutritivo y preservaban la fertilidad de las tierras de cultivo. Alguna de ellas, especialmente las habas, en ocasiones necesitan de un riego artificial, por lo que se cree que los aborígenes llegasen a practicar el regadío. Aun así, su presencia en los yacimientos es muy escasa.
Aparte de los cultivos anteriormente mencionados, se produjo el cultivo de la higuera. Sus restos son muy numerosos en los yacimientos de Gran Canaria, estando desde los asentamientos más antiguos. Los aborígenes canarios comían gran cantidad de higos, como se observa en los dientes cariados encontrados en los diversos yacimientos en los que se puede ver las marcas hechas por el consumo de los higos.
Pese a que estos eran los cultivos más importantes en la islas, en cada una de ellas la práctica de la agricultura era diferente llegando incluso a desaparecer como se cree que ocurrió en el caso de La Palma.
La agricultura practicada era excedentaria, por lo que hay presencia abundante de estructuras de almacenamiento como los graneros, para utilizar dicho excedente en caso de sequía. A su vez, había un sistema complejo de distribución de la cosecha.
La actividad recolectora, sin embargo, sería menor y variaba según las estaciones. Los productos más significativos era el mocan, frutos de la palmera .. etc.
Ganadería
La ganadería era otra de las actividades económicas más importantes para los aborígenes canarios. Desde un punto de vista práctico, la cabra era el animal que más daba en la obtención de derivados de la producción de carne. Por su parte, los cerdos, son el principal suministrador de carne, para los que tenían un patrón regular de sacrificio.
La explotación animal es intensiva obteniéndose desde los productos lácteos derivados hasta los huesos. Por la información disponible, sobre todo de las islas De Tenerife, Gran Canaria y la Palma, eran ganados mixtos de ovejas y cabras, éstas últimas en mayor número. El pastoreo era una actividad esencial en la economía de los aborígenes canarios ya que se han encontrado numerosos restos que así lo definen.
Los sacrificios para la obtención cárnica se realizaban comúnmente en los ejemplares más viejos del ganado, cuando ya ha menguado su capacidad productora y reproductiva. Sólo en ocasiones de hambruna se sacrificaban los jóvenes. Las matanzas se llevan a cabo donde se produce el procesado y consumo, es decir, los espacios domésticos, como así evidencian los restos arqueológicos. Aun así, hay que señalar que existía un tabú de la sangre, por lo que los que se encargaban del sacrificio de los animales , eran separados de la sociedad.
Pesca y marisqueo
La pesca, era una actividad económica bastante importante en la vida de los aborígenes canarios residente en la zona costera. Aun así, el grado de aprovechamiento de los recursos marinos puede ser muy dispar entre los distintos asentamientos, por lo que no se puede hablar de una pauta única.
Era una actividad compartida por hombres y mujeres Según las pruebas arqueológicas, las principales especies capturadas serían la cabrilla, las morenas, la palometa … etc, con un papel estelar de la vieja.
La pesca era una actividad en constante desarrollo ya que cada vez se tenía un mayor conocimiento del medio marino, por lo que se explota con mayor intensidad y diversificación de la especies.
El marisqueo por su parte constituyó una e las actividades más desplegadas por los aborígenes en el aprovechamiento del mar incorporando estos elementos a su dieta de forma irregular. Los recursos litorales proporcionan gran cantidad de alimentos a estas poblaciones. Su captura, se llevaría acabo en marea baja, no necesitando grandes instrumentales ya que la toma era reducida. Las principales especies capturadas serían las lapas y los burgados.

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