lunes, 2 de mayo de 2011

Primeras denuncias en Fiscalía contra la Casa Cuna

Los bebés dejados en acogida en la institución tenían hasta tres partidas de nacimiento distintas y se borraban los rastros de los padres.
Falsas identidades, dobles y hasta triples partidas de nacimiento, hermanos que no sabían que lo eran, madres a quienes se les dijo que sus hijos habían muerto... Estos son algunos de los datos que se desprenden de las dos denuncias presentadas este jueves ante la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por los casos acaecidos en la Casa Cuna desde la década de los 50.
Son las dos primeras denuncias formales, pero la abogada Natalia Domínguez Castilla, representante legal del colectivo Sin Identidad, integrado en la Plataforma Estatal de Niños Robados, asegura que en los próximos meses habrá más. Los afectados, dice, son decenas.
Las denuncias interpuestas por Domínguez Castilla, en las que se pide a la Fiscalía Provincial que investigue los hechos, lo son “por usurpación de la identidad o estado civil; falsificación de documentos públicos y privados, crímenes de lesa humanidad, dada la generalidad denunciada, el periodo en que se cometieron y por los fines que se cometieron”.
La abogada alega que los delitos no han prescrito “dada la permanencia de los mismos en la actualidad de hecho y de derecho, así como las secuelas que aún persisten y que se acreditaran a lo largo de la instrucción”.
En los años 50, lo que hoy se conoce como Casa Cuna se llamaba entonces Jardín Infantil de la Sagrada Familia. Allí es donde fue a parar un bebé con dos días de vida un 11 de noviembre de 1954. En la Casa Cuna le bautizaron con nombre y apellidos, los de sus padres, pero esos apellidos, sin embargo, se obvian en otra partida de bautismo procedente del Obispado.
“Me dijeron que estabais muertos”
El Administrador de la Casa Cuna entonces era Bernardo Acuña, y la directora de esa institución era sor Juana Alonso. En la denuncia se hace constar que Acuña identificó a la madre de ese bebé, sus apellidos, dónde vivía, y nos consta documento alguno en el que la madre renunciara a su hijo.
Entre 1963 y 1964 este niño fue dado en adopción, pero sus padres adoptivos lo devolvieron. Sin embargo, hay un acta adjuntada a la denuncia en la que consta que ese curso estuvo en Los Salesianos. Después fue a parar a una institución paralela de la Casa Cuna en Geneto (La Laguna), donde estuvo hasta los 17 años. “Me tiraron a la calle”, afirma.
Fue entonces cuando se reencontró con su madre: “Ella me habla de todos mis hermanos y de que no venía a vernos porque le decían que estábamos muertos”, sostiene en su denuncia.
Registrados como “no nacidos”
Este denunciante, en nombre suyo y de sus tres hermanos, no quiere ser identificado. Pero gracias a ese encuentro con su madre supo que un hermano suyo había sido dado en acogida en la misma institución cuatro años antes, el 23 de noviembre de 1950. Curiosamente, quien figura como su madre resulta ser su abuela, una mujer con una firma perfecta cuando no sabía leer ni escribir.
Este niño tiene dos partidas de nacimiento, una de la Iglesia de la Concepción y otra de San Fernando Rey, pero una misma madrina, Juana Martín Dorta, emparentada con el administrador de la Casa Cuna, pero se supone que murió a los 12 días de nacer, “y con padres desconocidos”.
El denunciante también ha aportado datos a la Fiscalía de otro hermano, nacido el 19 de agosto de 1958, “y que supuestamente, dijeron a mi madre, también estaba muerto”. Sin embargo, este niño aparece en el Registro Civil como “no nacido”, pero por el contrario, hay un certificado de su bautismo.
El niño no murió sino de adulto, en prisión. Eso es lo que afirman los documentos aportados en la denuncia. Por el contrario, fue dado en adopción y rebautizado con 12 años en mayo de 1971. En el Registro Civil aparece una nota marginal, “Expediente de 1972”, en la que hay una nueva inscripción, esta vez con los datos de los padres adoptivos como padres biológicos. Incluso hay testigos de esa adopción que se han prestado a declarar.
Pero hay otro hermano más, el cuarto de cuatro, que ingresó en la Casa Cuna el 19 de junio de 1956, fecha en que se supone que fue bautizado porque le rebautizaron de nuevo el 16 de mayo de 1968.
Muerto sin historial clínico
La segunda denuncia ha sido interpuesta por una mujer en nombre de uno de sus tíos. En este caso, el hilo conductor es una vez más Juana Martín Dorta, quien ejerció de madrina en el bautismo de uno de ellos. En la partida de bautismo en la que desaparecieron los datos de la madre biológica.
El registro de entrada en la Casa Cuna o Jardín de Infancia de la Sagrada Familia, tiene fecha del 12 de agosto de 1952 y fue inscrito en esa institución por el administrador Bernardo Acuña Dorta.
Ese niño también fue bautizado en la parroquia de San Fernando Rey. Se supone que falleció por hidrocefalia con cinco meses de edad, pero no hay historial clínico alguno.
http://www.canariasahora.es/noticia/180000/

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