martes, 7 de junio de 2011

Salinas en canarias

En Canarias llegaron a existir más de 60 salinas, en su mayoría localizadas en las islas orientales del archipiélago, en la actualidad la mayoría de ellas están abandonadas o han desaparecido, no obstante aún hoy representan los más importantes ecosistemas de humedal marino del archipiélago. A pesar de ser parajes artificiales, son de una gran riqueza biológica y juegan un importante papel en la supervivencia de amplios grupos de avifauna y de endemismos florísticos. La mayoría de las salinas de Canarias fueron construidas en la primera mitad del siglo pasado, pero algunas de las que aún se conservan datan del siglo XVI, son entornos emblemáticos del paisaje canario y un patrimonio cultural y etnográfico de grandísimo valor. Las salinas tradicionales son un claro referente de una explotación amigable y sostenible de los recursos naturales.
Vinculadas a la industria pesquera, las salinas de Canarias tenía en la salazón de pescado su principal mercado y es con la crisis de la pesca en la segundad mitad del siglo XX cuando empieza su declive. Las salinas son una de las primeras víctimas del desarrollo depredador de una industria turística de sol y playa, que disputa la costa como principal espacio de desarrollo urbanístico, no pocas salinas se convierten en los cimientos de grandes complejos hoteleros o de grandes obras portuarias. A la desaparición de las salinas no es ajena la propia desaparición del oficio del salinero, el cual ha quedado en gran medida restringido a la memoria etnográfica.
En la actualidad en Canarias mantienen cierto grado de conservación unas doce salinas, de la cuales en funcionamiento total o parcial se mantienen unas ocho. Las autoridades locales han tomado plena conciencia del valor de las viejas salinas como patrimonio cultural, paisajístico y natural de las islas, la mayoría de las supervivientes están sujetas a diversas figuras legales de protección patrimonial, gran parte de ellas han pasado a titularidad pública y, recientemente y en gran medida por el impulso de proyectos como el SAL, son objeto de planes de restauración o recuperación. El relevo generacional de los salineros ha encontrado un renovado impulso en los últimos años. La Asociación de Salinas de Canaria es una de las más importantes asociaciones de productores tradicionales de sal de Europa y en ella se integran tanto propietarios como productores. La mayoría de estas salinas están integradas directamente o a través de la Asociación de Salinas en el proyecto SAL
A diferencia de los grandes sistemas de salinas continentales, en el que los ingenios salineros se integran en grandes agrupaciones vinculadas a sistemas hídricos comunes de conducción o almacenamiento de agua, las salinas en Canarias son sistemas autónomos y aislados, son verdaderas islas de mar rodeadas de tierra, son como el negativo fotográfico de las islas. La mayoría de las salinas que se conservan son salinas sobre barro, pero aun subsisten salinas sobre roca volcánica, de las más antiguas del archipiélago. Las salinas empleaban complejos sistemas de bombeo de agua de mar basados en molinos de madera y tela, constituyendo uno de los más antiguos referentes de la explotación de la energía eólica en Canarias. En la actualidad estos viejos molinos conviven con modernos aerogeneradores, algunas de las salinas, como la Tenefé en el suroeste de Gran Canaria, mantienen todo su suministro eléctrico por medio de sistemas autónomos de generación basados en energías renovables, energía eólica y solar fotovoltaica. Las salinas en Canarias no sólo son un referente vivo del pasado y la tradición, sino también de un futuro posible en el que se conjuguen por igual los verbos progresar y preservar. La sostenibilidad mantiene un estrecho vínculo con la paciente labor de obtener sal, de sumar sol, viento y mar.
 
SALINAS CANARIAS IMPLICADAS EN EL PROYECTO SAL
 
SALINAS DE TENEFÉ
 


Pequeñas salinas de barro situadas en el municipio de Santa Lucía en la costa sur oriental de Gran Canaria. Fueron construidas a finales del siglo XVIII, en la actualidad pertenecen al Ayuntamiento de Santa Lucía que en los últimos años ha abordado un intenso programa de recuperación, culminado en el 2007 con la construcción de un centro de interpretación.
Conocida antiguamente como la salina de los tres molinos, por lo molinos de madera y tela que mantenían los sistemas de bombeo, en la actualidad sólo se conserva parcialmente uno de ellos. Se encuentra junto a las instalaciones de investigación del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), lo que ha permitido la puesta en marcha de un importante programa de investigación sobre la producción de Dunaliella  asociada a la explotación tradicional de la salina. En la actualidad toda la electricidad consumida por la salina es producida por medio de energías renovables, por medio de prototipos experimentales diseñados por el ITC.
La salina tiene una superficie total de unos 14.100 m2 con una superficie de cristalizadores de 5.00 m2. En la actualidad se mantiene en plena actividad con una producción media anual estimada de unas 200 toneladas de sal. Protegida por varias figuras legales de preservación patrimonial, la principal amenaza se cifra en la pérdida de actividad.
SALINAS DE FUENCALIENTE
 


El Sitio de Interés Científico de las Salinas de Fuencaliente ocupa una extensión de 7 hectáreas en el término municipal de Fuencaliente, al Sur de la isla de La Palma.
Incluye unas salinas de mediana superficie, con 35.000 m2, situadas en una parcela de propiedad privada con una extensión total de 78.200 m2. El modelo constructivo llevado a cabo para la construcción de las salinas es el de salina nueva de barro con forro de piedra, un referente a la salina típica de la isla de Lanzarote.
Las Salinas de Fuencaliente son las últimas salinas que se pusieron en marcha en Canarias a finales de 1960. Comienzan a producir sal en 1970, quedando paralizadas en 1971 con la erupción del Volcán Teneguía, que a pesar de no ser arrasadas por la lava, las cubre de cenizas. Están un año paralizadas en lo que duran las labores de limpieza, ampliándose en sucesivas temporadas según los diferentes planos de tajos y construyéndose sucesivos cocederos en fondo.
Las Salinas de Fuencaliente constituyen las únicas salinas en explotación existentes en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, siendo además las únicas explotas al 100% en todo el archipiélago Canario.
El producto obtenido de esta salina se comercializa bajo la marca SAL MARINA TENEGUÍA, impulsándose su consumo como un excelente producto natural, que a su vez contribuye a mantener el patrimonio natural y cultural de las Salinas Canarias, actualmente tan deteriorado.
El Espacio Natural Protegido de las Salinas de Fuencaliente constituye una de las zonas húmedas más importantes de Canarias, siendo espacios de extraordinario interés ecológico, especialmente para la avifauna. Este lugar ha contribuido a la catalogación de la isla de La Palma como RESERVA MUNDIAL DE LA BIOSFERA
Estas salinas han pasado y pasan por las mismas dificultades que las salinas tradicionales europeas. Sus umbrales de rentabilidad han alcanzado niveles bastante críticos. Pero el afán de sus propietarios para que no desaparezca la tradición salinera en las Islas, ha conseguido que no entren a formar parte del triste inventario de salinas que existieron en Canarias.
     
 SALINAS DE BOCA CANGREJO
 

Situadas en Agüimes, municipio del sur oeste de Gran Canaria en el que se llegaron a concentrar gran parte de las salinas de la isla, se tratan de unas pequeñas salinas de barro construidas a mediados del siglo XVIII. Responden al modelo de salinas de gran Canaria, con un trazado regular y paralelo a la costa, con el tajo calzado con un muro de callados no cimentado frente a la playa.
Captan el agua con pozo y la elevan con un molino multipala provisto de un soporte de excéntrica en forma de Y, de fundición. Disponen de dos calentadores y tres planos de pocetas, construidas con piedra rodada, colocada de hueso, definen muros de fabricación de más de tres metros de altura.
Poseen un gran interés histórico, etnográfico y paisajístico, y en la actualidad sus propietarios se preparan para llevar a cabo un plan de recuperación y conservación de estas importantes salinas Gran Canaria.
 
SALINAS DEL JANUBIO
 
Las Salinas de Janubio, se encuentran al suroeste de la isla de Lanzarote y están consideradas como uno de los ingenios humanos más importantes del mundo, siendo las más extensas de Canarias, unas 45 hectáreas conformadas por salinas y cocederos.
Se empezaron a construir a finales del siglo XIX. El conjunto de las salinas se agrupa en torno a una bellísima laguna encajada en una hondonada a cuyo perfil se ajusta el conjunto de cocederos, rodeado por un caño principal. El conjunto de obra de piedra de los cocederos y tajos, rampas y muros cortavientos, forman un paisaje de extraordinaria belleza arquitectónica, siendo en la actualidad uno de los más importantes reclamos turísticos de la isla de Lanzarote. Aunque protegido por varias figuras de preservación patrimonial, es Sitio de Interés Científico, es un entorno en franco declive y deterioro
Janubio fue siempre fuente de trabajo muy ligado con la actividad pesquera de la isla. El declive de la pesca, las técnicas de frío, el cierre de la industrias conserveras, la competencia del exterior; tiene como consecuencia un resentimiento claro en la producción de sal, produciendo hasta el presente momento entre unas 1500 y 2000 toneladas por año, de las 10.000 toneladas que producía a mediados de siglo pasado.
ASOCIACIÓN DE SALINAS DE CANARIAS
 
En 1994, y dentro de las actividades desarrolladas en el Programa REGIS de “Recuperación y Conservación de las Salinas Canarias”, se crea la Asociación de Productores de Sal Canaria “Sal de Canarias”, con el objetivo de defender los intereses de los pocos salineros que existían en Canarias.
Al igual que el Programa REGIS, la creación de esta Asociación no funcionó dado el escaso apoyo por parte de la Administraciones Públicas Canarias a la realización de programas de comercialización y promoción de la sal tradicional producida en Canarias.
A finales de 2005, se reactiva la Antigua Asociación de Productores de Sal Canaria, con la nueva denominación de Asociación de Salinas Canarias.
En Canarias llegaron a concentrarse más de 60 salinas con una actividad fructífera y rentable, pero la pérdida de la pesca de berbería y el declive de la industria conservera entre otros factores, dieron como resultado que en la actualidad sólo queden cinco ingenios salineros en activo. Ante esto, los productores y propietarios de salinas tradicionales de las Islas se reunieron con el objetivo de mantener y conservar esta noble tradición centenaria en Canarias.
Algunas salinas como las de Janubio (Lanzarote), Fuencaliente (La Palma), Playa de Vargas y Tenefé (Gran Canaria), son los últimos referentes de esta actividad salinera artesanal, que a medida que van desapareciendo, se va perdiendo todo un patrimonio ambiental, cultural, histórico y humano.
De esta forma, se reactiva la Asociación de Salinas Canarias con el objetivo unánime de contribuir a la supervivencia de una tradición, un patrimonio natural y cultural al  borde la desaparición en Canarias. El oficio de salinero aún puede salvarse y convertirlo en una actividad rentable, es una de las premisas de este colectivo de salineros.
Los fines y actividades de esta Asociación no sólo están ligados con la actividad empresarial: apoyo a la comercialización y promoción de la sal canaria,  régimen fiscal especifico para esta actividad, etc, sino acciones encaminadas a la divulgación de la importancia de los valores culturales, naturales y patrimoniales de las Salinas Canarias.
Este colectivo plantea otras alternativas como la promoción de la actividad salinera de los ingenios tradicionales como reclamo eco turístico, opciones que  deben estudiar en conjunto los salineros y las Administraciones, estableciéndose para ello un foro estable tendente a aplicar medias para preservar e impulsar la actividad Salinera Artesanal en Canarias.
Uno de los principales retos de este colectivo es el de recuperar algunos de estos ingenios salineros, que se reparten entre La Palma, Lanzarote y Gran Canaria. Para ello es necesario desarrollar estrategias de colaboración con las distintas Consejerias del Gobierno de Canarias, así como con otros proyectos que ya se están empezando a desarrollar en el marco de la Unión Europea.

http://www.sal-atlantic.ne

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