Las islas Canarias y Azores se convirtieron en lugares estratégicos en las rutas marítimas de Europa, América y Asia (en la ruta hacia el Océano Índico bordeando África). Los preciados tesoros y especies de la nueva tierra descubierta eran un gran botín para los piratas. Como estos tesoros americanos recalaban en las Islas Canarias o en las Islas Azores en su rumbo a la vieja Europa la piratería no tardó en emerger en los mares cercanos a las islas. También esta situación estratégica provocaba que los barcos que iban a América pasaran por las islas a aprovisionarse de agua y alimentos, y de camino atacasen alguna población costera.
Canarias constituía una base fundamental en las comunicaciones de la Corona con América, de donde procedían el oro y la plata que permitían a la Corona mantener su política de hegemonía europea durante todo el siglo XVI y buena parte del siglo XVII. Por otro lado, su lejanía de la península la convertía en un territorio vulnerable y expuesto a los ataques de aquellas potencias rivales de la corona: ingleses, franceses, holandeses y turcos.
Una consecuencia inmediata de la incorporación de Canarias a la Corona Española, fue que sufrió los efectos de los conflictos internacionales en los que ésta se vio involucrada. Aunque los piratas, en teoría, estaban fuera del control y del amparo de cualquier nación, éstas se aprovechaban, e incluso llegaban a apoyarlos, siempre que las víctimas fueran sus más acérrimos enemigos, por lo que a veces se puede confundir la diferencias entre un pirata y un corsario.
Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, las islas sufrieron, a lo largo de los tres siglos que estamos estudiando, una serie continuada de ataques, piráticos, en algunos casos, y otros organizados y planificados como parte de las guerras que libraba la Corona con sus rivales.
En Canarias actuaron piratas de todas las nacionalidades, pero principalmente fueron ingleses, franceses, beberiscos y de los Países Bajos.
Desde los primeros años de conquista se produjeron ataques que lo que pretendían era el saqueo y la captura de indígenas guanches. También los beberiscos actuaban arrasando los poblados que existían en represalia con las cabalgadas que se hacían en el norte de África.
En el siglo XVI, en España reinaba Carlos I y su nuevo imperio además de gran parte de Europa se extendía por América. Debido a la rivalidad española con Francia los primeros piratas que actuaron en las Canarias durante su reinado fueron franceses que no se conformaban con los barcos sino que también entraban en los pueblos costeros y los arrasaban. La rapiña era habitual en estos primeros piratas.
Sin embargo durante el reinado de Felipe II, principalmente a la muerte de su esposa María Tudor de Inglaterra, los piratas ingleses comienzan a azotar las costas canarias debido a la gran rivalidad hispano-inglesa. En los años finales del siglo XVI se sumarían a esta actividad los holandeses.
En el siglo XVII la piratería en Canarias se intensifica, gracias en parte al debilitamiento del imperio español y a las numerosas guerras con Francia y Flandes. La inseguridad, no sólo para navegar por las islas, sino también de la vida de los isleños frente a los ataques piráticos hace que se cree la figura del Capitán General con funciones tanto militares como políticas. También llegan a Canarias una serie de ingenieros para dotar de torres y castillos a las costas canarias para hacer frente a los ataques de piratas y de otras fuerzas enemigas españolas.
En el siglo XVIII los ataques ingleses se intensifica, ya no sólo con el objetivo de obtener tesoros y hacer rapiña sino también con la intención de invadir y ocupar las islas. Son repelidos muchos de estos ataque en las ciudades más importantes pero en las "islas menores" estos piratas tienen éxito debido a la debilidad defensiva de las poblaciones.
Los primeros ataques sufridos por las islas tuvieron lugar a partir de 1520. Se trata de ataques de piratas franceses, como el dirigido por François Leclerc, conocido como "Pata de Palo", quien atacó y saqueó Santa Cruz de La Palma y San Sebastián de La Gomera en 1553.
Por otro lado y en el contexto de la rivalidad por el control del Mediterráneo occidental, entre la Corona española y el Imperio Turco, se intensificaron los ataques de piratas berberiscos que, actuando a las órdenes de las autoridades turcas de Argel, arrasaron en varias ocasiones las islas de Lanzarote y Fuerteventura. En uno de estos ataques dirigido por Xabán Arraez en 1593, Betancuria fue destruida y una parte de la población majorera fue capturada y esclavizada. Otro tanto ocurrió con los ataques piráticos a Lanzarote. Estos ataques se prolongaron durante los siglos XVI y XVII y en muchos casos respondían a respuestas de castigo por las expediciones organizadas desde Canarias para capturar esclavos en la vecina costa de África.
Durante los años de la guerra de la Corona Española contra los holandeses en lucha por su independencia, la ciudad de Las Palmas sufrió en 1599 un ataque dirigido por el almirante Van der Doez, quien con una flota numerosa, llevó a cabo el ataque más grave sufrido por las islas. El ataque se completó con la conquista de la ciudad y la retirada de su población hacia el interior de la isla. Las milicias insulares lograron frenar el avance holandés hacia el interior de la isla en la batalla del Monte Lentiscal y obligaron a los invasores a replegarse hacia Las Palmas de donde se retiraron después de destruirla parcialmente. Antes de volver a sus bases en Holanda, atacaron y saquearon San Sebastián de La Gomera y Santa Cruz de La Palma.
Las contínuas guerras con Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XVI y durante el siglo XVIII, supusieron el continuo ataque de flotas inglesas a las islas, destacando las intervenciones de Drake o Hawkins.
La pretensión de muchos de los ataques de piratas ingleses era la de apoderarse de las islas en nombre de Inglaterra más que hacer rapiña. Finalmente se prescindió de piratas o corsarios y un almirante inglés aparece, con su flota, el 25 de julio de 1797 frente a la costa de Santa Cruz de Tenerife dentro del conflicto que libraba Inglaterra contra Francia y su aliada, España.
Nelson atacó con una flota numerosa y con abundantes tropas que lograron desembarcar en la ciudad. Al ataque le opone resistencia las tropas canarias, bajo el mando del general Gutiérrez, y un destacamento francés que se encontraba en la isla. Las milicias insulares, responsables de la defensa de la isla pudieron resistir e impedir la conquista de Santa Cruz de Tenerife. En el enfrentamiento Nelson pierde un brazo al ser alcanzado por una bola de cañón. Nelson se ve desbordado por la imprevista marcha de la batalla y tiene que capitular, permitiendo las autoridades tinerfeñas el reembarque de los británicos que habían sido capturados.. Ya en tierra firma una paz, en el que se compromete no intentar apoderarse de las Canarias.
Las consecuencias de aquellos ataques fueron, por un lado, la construcción de una amplia red de fortines y castillos defensivos en las costas de Canarias, cuya finalidad era impedir los ataques y la conquista de las islas por alguna potencia extranjera enemiga de la Corona Española. Otra consecuencia fue la localización de los principales núcleos de población en el interior de las islas, lejos de la costa donde eran presas fáciles de los ataques.
Principales ataques Piratas a las islas
- Franceses:
- Jean Fleury (también conocido como Juan Florín) en 1522.
- Francois Le Clerc o Pie de palo. Saqueó e incendió Santa Cruz de la Palma en 1553.
- Durand de Villegaingnong. También atacó Santa Cruz de la Palma en 1554, pero esta vez fue rechazado el ataque.
- Jean Capdeville. Arrasó San Sebastián de la Gomera en 1571.
- Jacques Sores. Atacó La Palma en 1570.
- John Poole.
- Francis Drake. Fracasado ataque en 1585 a Santa Cruz de la Palma. También fracasó en el ataque a Las Palmas de Gran Canaria y quiso resarcirse atacando un poco más al sur de la isla, en Arguineguín, pero también fue sorprendido y tuvo que huir con numerosas bajas.
- William Harper. En 1593 ataca Lanzarote y Fuerteventura.
- Walter Raleigh. Ataques sobre Tenerife y Fuerteventura en 1595.Ataque a Arrecife en 1616.
- John Jennings. Santa Cruz de Tenerife sufre un ataque en 1706 que es repelido.
- Woodes Rogers. Fracasado ataque a Santa Cruz de Tenerife en 1708.
- Charles Windon. En 1744 ataca San Sebastián de la Gomera y La Palma.
- En 1762, George de Cumberland y Berkley desembarca en Puerto de Naos (El Hierro).
- John Hawkins (conocido en Canarias como Aquines, por castellanización de su apellido). Mantuvo relaciones mercantiles con algunos propietarios de las islas a pesar que también atacaba poblaciones junto a Francis Drake.
- Blake . Atacó Santa Cruz de Tenerife en 1656.
- Pieter van der Does. Fracasó en el intento de invasión e incendio de San Sebastián de la Gomera, pero tuvo éxito en el saqueo e incendio de Las Palmas de Gran Canaria en 1599.
- Dogalí apodado el Turquillo. En 1571 ocupa Arrecife (Lanzarote), saqueando, incendiando y capturando un gran número de isleños.
- Tabac Arráez y Solimán saquean Teguise (Lanzarote) y también atacan San Sebastián de la Gomera en 1618.
- Autor: mencey1
- http://www.mundohistoria.org
- Fuente foto:elrincondelenzina.blogsome.com
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