domingo, 13 de febrero de 2011

Salto del pastor Canario

Siempre me han gustado los deportes, pues son mi profesión (profesor de E.F) y especialmente de montaña. Hace unos 20 años (ahora tengo 49) descubrí a un grupo de personas en canarias que estaban intentando rescatar de su posible desaparición una antiquísima técnica de desplazamiento por el monte de los pastores canarios de alta montaña. Lo bautizaron “salto del pastor canario”.
Usan unos largos bastones de entre 2,5 a 4 metros (según dificultad del terreno) para desplazarse a campo través de forma rapidísima y segura, y con mínimo desgaste físico. Comencé a practicarlo y estudiarlo desde un punto de vista físico-deportivo, y me he quedado asombrado de sus posibilidades en la montaña. Hoy en Canarias este antiguo uso pastoril se ha convertido en deporte tradicional federado no competitivo, y hay unos mil practicantes. Un servidor ha comenzado a salir en los últimos años fuera de Canarias a ver qué tal se adapta a otros terrenos. He estado haciendo “salto del pastor” en Euskadi, Pirineo de Huesca y Lérida, etc. El pasado año bajé de Taillon a través del todo del valle de Ordessa, a campo través, con esta técnica, en poco más de 4 horas y, repito, con poco desgaste físico gracias a esta técnica.

Creo sinceramente que es hora que los aficionados a la montaña de España comiencen a conocer esta técnica genial y utilísima. Ya en youtube.com se han comenzado a colgar vídeos de este deporte, para darlo a conocer fuera de Canarias. Además, el programa internacional de TV DISCOVERY CHANNEL ha ido a la isla de La Palma, al parque Nacional de La Caldera de Taburiente, a hacer un reportaje sobre esta técnica, aunque sólo ha sido emitido en países de habla anglosajona y francesa.

ORÍGENES

Parece ser que la técnica del Salto del Pastor viene de los aborígenes canarios, conocidos popularmente como guanches (aunque este nombre era sólo de los de Tenerife, porque en las distintas islas eran auaritas, bimbaches, etc.). Se han encontrado en yacimientos arqueológicos varas largas pulimentadas y con un cuerno  enderezado al fuego y engastado como punta, que se supone que eran para desplazarse con esta técnica. Además, los primeros cronistas de la conquista hablan con asombro de la facilidad de desplazamiento de los aborígenes a través de difíciles riscos y barrancos ayudándose de largas varas.
¿Cómo surgió esta técnica peculiar y por qué? Lo lógico es suponer que, cuando dos mil años antes de Cristo, ciertas tribus bereberes de las montañas del Atlas norteafricano llegaron a Canarias, tuvieron que adaptar su tradicional ocupación, la ganadería de cabras, al nuevo territorio. El terreno volcánico en general, y el canario en particular, es poco sólido, quebradizo, difícil de caminar cuando el desnivel es fuerte porque las técnicas de trepa, usando manos y pies, no se adaptan bien. Por tanto, con rebaños de cabras que son muy propensas a meterse en los riscos y acantilados más difíciles, la vida del pastor recién llegado era complicada. Por tanto, tuvo que adaptarse. Todos los pastores del mundo han usado tradicionalmente diferentes tipos de bastones para ayudarse en sus caminatas por el monte (lo cual hemos adoptado los senderistas), y es de suponer que el salto del pastor surgió introduciendo progresivamente cambios en  estos bastones. Y estos cambios, tremendamente sencillos y a la vez geniales, fueron los  siguientes:
Primero, el bastón fue pulido para lograr que las manos se deslizaran a través de él. Ya el palo no se agarraba en un punto que servía de empuñadura, sino que la mano se deslizaba arriba y abajo del palo durante el desplazamiento del cuerpo al andar, manteniendo los brazos y manos siempre en la misma posición corporal, pudiendo así hacer más presión y logrando mantener el centro de gravedad corporal más bajo (lo cual incrementa la estabilidad).
Segundo, el palo adoptaba un grosor de menos a más, de arriba hacia abajo, lo cual facilitaba la frenada al deslizar la mano.
Tercera, el centro de gravedad del cuerpo pasa de apoyarse sobre las piernas del caminante, a sustentarse sobre el palo. Es decir, ya el pastor no camina sobre sus pies y se ayuda de un palo, sino que camina con el palo y se ayuda de los pies. Este cambio fue fundamental, pues supone descansar muchísimo el esfuerzo de las piernas, especialmente en los descensos muy pronunciados. Para lograr este cambio de posición del centro de gravedad corporal fue necesario adoptar una postura más “echada palánte”, sobre la vara, y sujetarla con ambas manos, con las palmas hacia arriba y bien pegada al cuerpo, con el fin de optimizar el rendimiento de esta técnica e impedir caídas peligrosas.
Por tanto, y en perfecta lógica, es de suponer que lo primero que lograron crear los antiguos pastores canarios fue la llamada actualmente “lanza o astia corta“. Es decir, la vara pulimentada que fluctúa desde la estatura del que la usa hasta los dos metros y pico de larga. Se usa para caminar a través de senderos de fuerte desnivel, o peligrosos por tener terreno resbaladizo o  por ser muy estrechos. También puede utilizarse a campo través, sin llegar a dificultades extremas. Es decir, el instrumento ideal para el senderista.
Posteriormente se supone que, ante la necesidad de desplazarse también por terrenos mucho más peligrosos y a campo través, usando la misma técnica, se alargó progresivamente la longitud de esta herramienta, pasándose a la lanza o astia media (2,50 / 3,50 metros) para laderas y barrancos de fuerte desnivel. Con ella se lograba no solo caminar, sino también “saltar”, apoyando su punta en un lugar seguro, brincando al aire y deslizándose por ella. Se ganaba en rapidez y se accedía a lugares más difíciles con  menos esfuerzo y peligro.
Por último, ya para las paredes de mucha verticalidad, se incrementó todavía más la longitud de la lanza (3,50 / 4 metros) adoptándose la técnica de “regatón muerto”: salto al vacío para pasar de un pequeño saliente a otro, frenando la caída mediante el ya mencionado deslizamiento a través del palo.

 

SITUACION ACTUAL DEL SALTO DEL PASTOR CANARIO  Y RELACIONES CON EL SENDERISMO

Fue a fines de los años 80 cuando comenzaron a formarse pequeños grupos de amantes de la montaña en Canarias que querían lograr la pervivencia de esta técnica de los pastores. Ya en esos tiempos estaba casi en trance de desaparición. Unas décadas antes, en los años 50, habían comenzado a ser expulsados de los montes los pastores de cabras, por la creación de los primeros Parques Nacionales en Canarias (La Caldera, Teide, Garajonay…), y los ganados se iban estabulando en corrales y granjas. Si el pastor ya no estaba en el monte, abandonada su herramienta, la lanza o astia. A principios de los 90 se crean los primeros clubs de salto, y luego se pasa a formar una federación que fue reconocida como deporte autóctono por el gobierno de Canarias.
Evidentemente, estos primeros años fueron de estudio y rescate. Aunque el salto del pastor existía en todas las islas, especialmente en las más montañosas, habían ligeras diferencias en las técnicas de salto, en la forma de construir la lanza o astia, etc. Fue una larga labor de investigación, de entrevistar viejos pastores para conocer sus técnicas, sus vías y rutas en el monte, etc. Hoy, 20 y pico años después, se puede decir que el salto del pastor está salvado, pues hay casi trescientos practicantes asiduos con carnet federado, y posiblemente más de mil que lo usan esporádicamente, con presencia en todas las islas. Ahora, pues, ya podemos comenzar a plantearnos otras dudas…
SALTO DEL PASTOR:
a)- ¿DEPORTE SOLO PARA CANARIAS O INTERNACIONAL?
b)- ¿QUÉ TIPO DE RELACIÓN CON LOS OTROS DEPORTES DE MONTAÑA?
c) ¿TIENE POSIBILIDADES COMO HERRAMIENTA EN NUEVOS TRABAJOS?
a) Con respecto a si debe ser una técnica sólo para usar en Canarias o es extrapolable a otros lugares, varias grupos hemos comenzado tímidamente a salir de Canarias a probar su uso en otros montes. Primero se fue en plan exhibición de deportes minoritarios y autóctonos, como en el Fórum de Barcelona (donde nos fabricaron una pequeña montaña artificial), en un encuentro de culturas pastoriles en los montes de Teruel, en Italia a un encuentro de deportes antiguos de Europa, etc. Y ya luego en excursiones típicamente montañeras. Yo, en concreto, ya he recorrido usando una lanza buena parte de los montes vascos y parte de los Pirineos, acompañando a amigos senderistas de Euskadi: Benasque, Andorra, Ordesa…La conclusión que he sacado es la siguiente: con respecto a la lanza corta, para senderismo, es extrapolable totalmente a cualquier tipo de montaña (sin hielo o nieve) siempre que tenga bastante desnivel en los caminos que se vayan a transitar. Las prestaciones que da la lanza corta son muy superiores a las de cualquier otro tipo de bastón, incluidos los artificiales,  con un solo hándicap: no puede plegarse y meterse en la mochila. En todos los otros aspectos es mucho mejor, especialmente indicada para aquellos senderistas que tengan problemas de rodilla o tobillo que les causen dificultades en los descensos acusados. En lo que respecta a la lanza de “salto”, la de tamaño medio o largo, también sirve en otros montes, pero mejor si son de naturaleza volcánica muy escarpada. Ejemplo: una lanza larga sirve perfectamente para bajar a campo través los montes del valle de Benasque u Ordessa, aunque es mucho mejor en los montes de Santo Antao (Cabo Verde), pues estos últimos son volcánicos.
B) La relación con los otros deportes de montaña hasta ahora ha sido nula o escasa, debido a que estábamos enfrascados en las tareas de estudio y recuperación. Además, los grupos de salto se han centrado hasta ahora mucho más  en el aspecto  ”extremo” de este deporte, haciendo pocos senderos y muchos “a campo través” de alta dificultad. Pero recientemente hemos comenzado en nuestro grupo, con cierto éxito, a hacer salidas conjuntas con grupos de senderistas y montañeros federados. Especialmente ha sido interesante analizar lo ya explicado en el párrafo anterior: el uso  ventajoso de la lanza corta en el senderismo en lugar del bastón tradicional o del artificial plegable. Además, se ha visto que el senderista que  adopta la lanza corta para sus salidas, puede posteriormente, si quiere, pasar con facilidad a practicar también el salto del pastor con lanza media o larga, por ser idéntica la técnica a utilizar.
C) Como herramienta de trabajo, una vez desaparecido el pastoreo en el monte, se han visto varias posibilidades. Cuando en los años 50 se creó el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, muchos antiguos pastores obligados a salir de este lugar, fueron contratados como guardias del parque. Y siguieron usando la lanza para desplazarse en su nuevo trabajo en los mismos montes que antes pastoreaban. Pero la mayoría de ellos ya han muerto o se han jubilado, y la nueva generación de trabajadores apenas conoce esta técnica. Nos hemos planteado en nuestro grupo “Jurria Tenerra de Salto del Pastor”, ofertar la posibilidad de impartir cursos sobre esta técnica a los nuevos empleados que trabajen en el monte y que lo deseen. En ello estamos a ver si las autoridades aceptan nuestra propuesta.
Otra posibilidad son los equipos de rescate en la montaña. En concreto, ya una buena parte del grupo de rescate en nuestra isla ha comenzado a usar esta técnica cuando se producen pérdidas o desapariciones de personas en zonas de montaña de difícil acceso. E incluso algunos cazadores de caza mayor (arruíes y muflones) llevan en sus salidas una lanza corta o media….

 http://www.cuesta-arriba.es

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