sábado, 26 de marzo de 2011

EL MOTÍN DE ACIDALIA

Ni tiene antecedente ni ha tenido repetición el levantamiento popular ocurrido en Santa Cruz de La Palma en 1960 con motivo de la frustrada participación de Acidalia Martín Medina en la elección en Madrid de “Mis España”. Había sido elegida Reina de la Flor de La Palma y confirmada como provincial de Santa Cruz de Tenerife, y en esa condición y representación acudía en Madrid a la elección de “Mis España”, pero la mano aleve de un tal “Somar”, de Radio Club Tenerife, que organizaba el evento, creyéndose benefactor de Tenerife, aplazó en el calendario un par de días la celebración, llegando la pobre Acidalia cuando la fiesta había terminado. El discretito “Somar”, había maquinado sustituirla con una candidata tinerfeña que ni pudo colar, aunque sí producir en Santa Cruz de La Palma una indignación contra Tenerife equiparable, en las proporcionales magnitudes históricas, a los motines de Esquilache y de Aranjuez.
Conveniente sea, en función didáctica, repasar lo que motín significa y la Historia de España. El primero es una revuelta multitudinaria limitada y localizado contra el orden establecido, y de los de Esquilache en 1766 y Aranjuez en 1808, que lo fuera contra el marqués de Esquilache, secretario de Hacienda del rey Carlos III por el edicto que le inspirara de erradicar de Madrid la capa larga y el chambergo, aunque la causa verdadera fuera la carencia y carestía, o crisis económica como ahora se dice y sufre, y contra Godoy, al que asaltan su palacio y queman sus bienes, relatado literariamente por Benito Pérez Galdós.
Si lo de motín no tenía antecedentes en La Pal­ma, sí lo de “El Grito del Pueblo”, que tal significa, fundado en 1895 como una de las 72 publicaciones periódicas que vieran la luz en Santa Cruz de La Palma desde el establecimiento de la imprenta en 1863, y ciertamente la faena a Acida­lia Martín Medina resultó un detonante, por muy nimio que el hecho signifique, para que por la irresponsabilidad de uno y la culpa de otros, se produjera contra Tenerife, y hasta derramara alguna gota de sangre. Hecho inaudito por no existir en La Palma aversión secular contra Tenerife como unidad moral, aunque de viejo padezca “la sombra del Teide”, producida por algunos funcionarios públicos y empleados políticos que servil y equivocadamente pretenden enriquecer una isla sin reparar en que empobrecen a la de La Palma.
De tiempos bélicos o de dictadura viene la expresión “radio macuto” como medio de difusión de noticias, cosa que acontecía en la España franquista, y como la pólvora se extendió que Acidalia había sido engañada en Tenerife y no había llegado a Madrid con tiempo de participar en el Concurso. Ya Acidalia, salida del ubérrimo San Andrés y Sauces y ganado fama de belleza por sus elecciones en La Palma y Tenerife, se había hecho popular, y por muchos la veían como “Miss España 1960”. Y el indignado “grito del pueblo” contra Tenerife comenzó a sonar y resonar, sea por las calles y plazas principales como por los barrios y pagos de Santa Cruz de La Palma. Y para que se formara el “Motín” sólo faltaba un trecho. Lo cubrieron cuatro espontáneos, que arengaban a cuantos se encontraban para dirigirse en protesta hacia el Ayuntamiento, pronunciando Cubala inflamados discursos, el que sin oficio co­no­ci­do se consideraba un gran orador al verse tan aplaudido. Otro líder de mención fue don Vicente Reyes, maestro jubilado, que intentó una colecta para fletar un helicóptero que trajera a Acidalia directamente desde Gando sin pasar por Tenerife. Ejemplo paradigmático del anacrónico viejo revolucionario que, toda una vida sirviendo a la derecha y a lA San Madre Iglesia, explicaba luego como milagro que sin embargo fuera tan puta. Y sea por la chiquillería y la muchachada, como por curiosos mayores, se llenó la Plaza de España.
No había tomado carácter de motín cuanto hasta entonces aconteciera, siendo así que el Delegado del Gobierno y el Alcalde, Manuel Rodríguez La Rubia y Miguel Sosa Pérez, permanecían en casita, aunque al primero lo cogió la desbandada cuando paseaba con su señora, teniendo que refugiarse en la venta de Ibrahim al comienzo de la calle A. Pérez de Brito. Pero el Teniente de la Policía Armada lo tomó en serio y mando a los guardias a cubrir el Ayuntamiento, cerrado a piedra y lodo, siendo algún chiquillo el que, al tirarles tierra desde la baranda de la Plaza, cogida en las pozetas de las palmeras, desencadena la reacción policial de entrar porra en ristre en la Plaza, originándose un motín verdadero, pues, hasta los mayores se encararon a los policías al ver algún chico sangrando, produciéndose la desbandada cuando se mostraron pistola en mano.
Valgan verdades que Acidalia resultó en definitiva bien recompensada al asumir la organización de los festivales de mises la dimensión de la tropelía de que fuera objeto, siendo designada el siguiente año para concurrir como mis provincia de Santa Cruz de Tenerife al igual Concurso que se celebrara en Palma de Mallorca, dispensándole las mayores atenciones y resultando elegida “Mis Simpatía”.
Visto el lamentable acontecimiento a través de la nube de los cincuenta años pasados, bien pudiera celebrarse como una fiesta, sea empezando con un acto conmemorativo, no por lo que tuviera de protesta contra Tenerife, sino por lo que tuvo de defensa de La Palma, caso que se diera en las Fiestas de Aranjuez, convertidas en Fiestas del Motín, declaradas de Interés Turístico Nacional, las que desde 1982 se celebran cada año en la primera semana de septiembre, donde Carlos IV, Godoy y el Príncipe de Asturias, luego “El Deseado” Fernando VII y terminado como “El Felón”, hacen de personajes principales, con tanto éxito que se representara en Madrid por buenos actores y con la Plaza de Oriente como escenario, asistiendo el todo Madrid, tanto oficial como privado. No resultó menos afortunada en su vida privada, al contraer feliz matrimonio con Sebastián Carballo González, fallecido en 2002, joven profesional de Los Llanos de Aridane, al que ni hubiera conocido de no ser por su alcanzada celebridad, fundando una prolífica familia hoy agrupada en el entorno de una señora viuda que conserva igual belleza y simpatía que hace cincuenta años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario