martes, 29 de marzo de 2011

La travesía del velero "La Elvira"

Uno de los veleros que realizaron la travesía fue "La Elvira" , era un velero de 19 metros, sin motor, en el que realizaron la travesía 106 emigrantes, esta parece ser la cifra real, aunque una fuente periodística de la época citara 160, la mayoría del pasaje eran campesinos de Gran Canaria aunque también había 15 tinerfeños, 10 palmeros, cinco cubanos hijos de isleños y 15 peninsulares de Murcia, Madrid, Almería, León, Ourense, Asturias, Cuenca, Cádiz, Navarra y Baleares, un canario nacido en Filadelfia (EE UU) y una española venida al mundo en Auxerre (Francia), la mayoría del pasaje eran hombres, pero también había en el mismo diez mujeres y una niña de siete años (cuatro años según otras fuentes), en este barco fue en el que viajaron más mujeres.

El barco había sido comprado un mes antes por Ramón Redondos, el cual pagó por el 250.000 ptas. que esperaba amortizar con el cobro de los pasajes y la venta del lastre de sal que llevaba, era un viejo pesquero con 96 años de antigüedad que se había dedicado a la pesca en la costa africana.

La travesía empezó en semana santa de 1949 en que el barco partió de Las Palmas, los emigrantes habían pagado 4.000 ptas a los organizadores del viaje, una fortuna para aquella época en que los campesinos canarios ganaban unas 20 pesetas diarias por trabajar de sol a sol cuando había trabajo, uno de los organizadores del viaje Juan Azcona acogió en su casa unos veinte emigrantes que se concentraron en ella antes de partir para evitar ser detenidos por la Guardia Civil, el barco partió del puerto de Las Palmas al mando del Patrón Costero Antonio Domínguez, apodado "El Puro" por su afición al tabaco, y se dirigió a la península de Jandía al sur de Fuerteventura de donde salieron unas falúas con el resto de pasajeros, cuando estaban embarcando se escucharon dos tiros y se vio acercarse la luz verde de la patrullera de la Guardia Civil, mientras una voz gritaba "deténganse en nombre de España", embarcaron como pudieron lanzándose a bordo e intentaron escapar en el viejo velero, pero la patrullera se acercaba hasta ponerse en paralelo a la embarcación y la misma voz les dijo "entréguense" a lo que una voz en la oscuridad respondió "que se entregue tu madre", cuando todo parecía perdido un fuerte golpe de viento empujo al velero hasta aguas internacionales pudiendo escapar. Con el grupo de Fuerteventura embarcó Antonio Cruz Elórtegui Patrón de Altura que debía hacer la travesía hasta América, pero este les había engañado, al embarcar reconoció que no era patrón, había mentido pues era un perseguido político vasco y no tenía dinero, la única manera de embarcarse era mentir y hacerse pasar por capitán, los pasajeros se amotinaron y querían lincharlo, pero un pasajero Regino Camacho que antes de la guerra había sido acusado de asesinato, sacó una pistola y los amenazó para seguir el viaje, pero a pesar de que Antonio Domínguez había propuesto volver a Canarias al carecer de un capitán cualificado finalmente se decidió proseguir y fue Antonio Domínguez con sus escasos conocimientos el que se vio obligado a ejercer de patrón, como único elemento para controlar su posición contaba con el reloj de Ramón Redondo que por ser muy exacto usaban a modo de cronometro y cada día miraban la hora al llegar el sol a su máxima altura para calcular lo que había avanzado ese día. En el medio del Atlántico un huracán rompió el timón y estuvo a punto de enviarlos a pique pero pudo ser reparado. Al amanecer del 22 de mayo, tras 36 días de viaje, alcanzaron el puerto de Carúpano, en Venezuela.

Juan Azcona uno de los organizadores finalmente no pudo embarcar por la llegada de la patrullera de la Guardia Civil, pero si lo pudo hacer su hermano Paco de 17 años el cual cuenta que hacían carreras de piojos para matar el tiempo. Se levantaban mojados por los vómitos de sus compañeros, dormían uno encima de otro y se turnaban para que unos estuvieran en cubierta del barco y otros abajo, pues no cabían todos en la misma, también cuenta que al llegar a la costa, famélicos, tras 36 días de calamidades, se lanzaron sobre una fruta extraña. olía a trementina, y pensaron que era veneno, pero pudo más el hambre que el miedo a morir, tuvieron suerte, ese veneno eran mangos.

Finalmente y después de varias vicisitudes los emigrantes de "La Elvira" fueron acogidos en Venezuela donde pudieron rehacer sus vidas.

http://foro.latabernadelpuerto.com

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