

La advocación obedece al día en la que fue encontrada por los pastores, y no deja ser significativo que fuese llevada a una gruta, a la llamada Cueva del Caracol, rebautizada desde ese momento como Cueva de la Virgen. Aunque nos habla de una época muy posterior a la Conquista, y oficialmente la población aborigen fue prácticamente exterminada, es posible vislumbrar cierta práctica pagana y no sería descartable que la Cueva del Caracol fuera un antiguo santuario de los bimbaches.
Como es de suponer la tradición le atribuye infinidad de milagros, especialmente relacionados con la lluvia. Y es que aunque inicialmente el aspecto milagroso viene dado por la dificultad que presentaba el barco en el que era transportada para navegar por las aguas herreñas, en una especie de señal divina de la Virgen quería quedarse, posteriormente sería su función de talismán para acabar con las sequías lo que haría de ella la patrona de la isla.
Son los pastores los que custodian la imagen y la convierten en objeto de veneración inicialmente, hasta el punto de que la Virgen de la Dehesa y de los Pastores antes de patrona de el Hierro. Los azotes de una dura sequía hicieron que en 1614 se pidiera la intersección por primera vez, hecho que volvería a repetirse en diferentes ocasiones hasta que en 1740-1741 se vuelve a producir a ojos del pueblo el milagro y la imagen pasa a convertirse en patrona de las Aguas instaurándose la tradición de la Bajada de la Virgen.
Este ritual transcurre por el camino de los viejos pastores desde 1745, a razón de una ves cada cuatro años, volcándose toda la población herreña y los miles de visitantes en un ritual donde no falta el baile al ritmo de chácara, tambor, flauta y tajaraste, los banquetes comunitarios y cierta rivalidad por “agradar” y poseer durante algo más tiempo a la venerada imagen. Todo ello desde primeras horas de la madrugada salen de su ermita de la Dehesa, pasando a manos del pueblo de Sabinosa y de este al resto de localidades hasta alcanzar en la noche Valverde.
Pero la fiesta no acaba aquí, ya que la imagen visita cada uno de los pueblos, donde recibe honores y fiesta durante el mes de julio, que es el periodo en el que se desarrollan las celebraciones, para realizar la subida y regreso a su templo casi un mes después.
Datos sacados del libro "CANARIAS MÁGICA" escrito por Don José Gregorio González
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