Los pescadores del barrio marinero de San Cristóbal sacaron ayer las
redes del viejo chinchorro hasta la playa para realizar una exhibición
de este tradicional arte de pesca ya en desuso a los cientos de personas
que acudieron ayer a la clausura del I Festival Gastronómico y del Mar.
El barrio y sus vecinos se han volcado con esta iniciativa y ayer fue
el momento de mostrar lo que mejor saben hacer, pescar y navegar. Para
ello, además del chinchorro, se realizaron paseos en barca, exhibiciones
de vela y bautizos submarinistas y en kayak por las aguas del muelle de
San Cristóbal.
El tranquilo barrio marinero volvió a ser ayer un
hervidero de gente, como lo fue el sábado y en menor medida el viernes,
atraídos por las exhibiciones náuticas y por la oferta gastronómica de
los restaurantes de la zona. Las cañas con tapa a dos euros hicieron
furor también el domingo y las colas para coger mesa y sentarse a comer
oliendo el salitre fueron kilométricas una vez más. Los aparcamientos
habilitados a la entrada del barrio se quedaron cortos una vez más y
muchos optaron por llegar hasta San Cristóbal con los servicios
especiales de Guaguas.
Sin duda, la exhibición más aplaudida ayer
fue la del chinchorro. Una docena de pescadores de la cooperativa del
barrio lanzó las redes al mar ayer al mediodía para recogerlas luego con
la ayuda de numerosos curiosos que tiraron del chinchorro hasta la
orilla para recoger la pesca. Aunque las capturas fueron más bien
escasas -unas pocas cabrillas, sargos y algún salmonete- la experiencia
de tirar de las redes como lo hacían los abuelos fue lo bastante
emocionante como para justificar la visita al barrio.
Los más
jóvenes llegaron con el bañador puesto para participar en los bautizos
en kayak al abrigo del muelle, mientras que otros se embarcaban en botes
y en pequeñas barcas para ver la ciudad desde el mar. A todo este
despliegue de salitre se unió, en la distancia, la celebración de una
nueva eliminatoria de las regatas de vela latina que pasó por delante de
la playa de callaos.
En tierra firme también se concursaba pero
con caballete. Las estrechas calles del barrio fueron el escenario del
Concurso de Pintura Rápida que finalmente ganó Guacimara Quintana por
delante de Francisco Javier Navarro, segundo. También se entregaron los
premios del concurso de fotografía, que recayeron en Juan José Pérez,
primero, y Bernard Doughty, segundo.
Además, se organizó un
mercadillo tradicional y de artesanía, talleres infantiles y se escuchó
mucha música folclórica por todo San Cristóbal. Este éxito de
participación, según el Ayuntamiento han pasado por el barrio unas
20.000 personas desde el pasado viernes cuando se inició el festival, y
el lleno casi absoluto en los restaurantes del barrio animan a repetir
el festival muy pronto.
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