viernes, 22 de abril de 2011

EL INICIO DE LA GUERRA CIVIL EN CANARIAS A TRAVÉS DE LOS INFORMES CONSULARES FRANCESE 2

Grandes rasgos coincide con la reconstrucción que ha realizado la historiografía regional sobre los acontecimiento del 18 de julio y días posteriores. En Las Palmas, tras la proclamación del estado de sitio, las fuerzas militares ocuparon rápidamente el interior de Gran Canaria con apoyo falangista. Los sindicatos y organizaciones obreras respondieron con la huelga general y la voladura de algunos puentes, mientras el gobernador civil resistió en su sede con guardias de asalto y guardias civiles hasta que la amenaza de bombardeo le obligó a rendirse. En Tenerife, el gobernador civil también intentó resistir, pero fue arrestado. En ambos casos los tiroteos no ocasionaron muchas víctimas, pero sí hubo numerosos arrestos.
3 Este primer informe también recogía datos sobre cuestiones que la historiografía ha cuestionado posteriormente. Una de ellas era la muerte del general Amado Balmes Alonso, Comandante Militar de Gran Canaria, el cual, según la versión oficial, murió accidentalmente al disparársele su pistola. Así lo expresó el cónsul francés, aunque también incluyó los rumores que apuntaban a un suicidio, al negarse a participar en la sublevación militar que, según sus fuentes, había sido preparada desde hacía meses. El 1 de agosto Thiais añadió que su muerte fue presentada como un asesinato a manos de los leales a la República, con el fin de ganarse el apoyo incondicional de las guarniciones de Marruecos, donde el general Balmes gozaba de cierto prestigio.
4 Otro rumor reproducido por el vice-cónsul francés consistió en la supuesta conspiración comunista, cuyo fin era provocar una insurrección el 25 de julio, y que parecía confirmada por el supuesto hallazgo de documentos con datos sobre organización, armamento y aparatos de radio. La creencia en esta conspiración fue compartida por la colonia británica, en la cual no faltaron testimonios en apoyo del levantamiento contra la República, como el del ex-director del Bank of British West 3 Centre des Archives Diplomatiques de Nantes (CADN), Consulado en Las Palmas, Serie B, Caja 33, despacho núm. 84 de Pierre Thiais, gerente del consulado de Francia en Las Palmas, a Ivon Delbos, Ministro de Asuntos Exteriores, 25 de julio de 1936.
Sobre los acontecimientos posteriores al 18 de julio: ALCARAZ ABELLÁN, José; ANAYA HERNÁNDEZ, Luis Alberto; MILLARES CANTERO, Sergio; SUÁREZ BOSA, Miguel: “La Guerra Civil en Gran Canaria”, en: CABRERA ACOSTA, Miguel Ángel: La Guerra Civil en Canarias, La Laguna, Francisco Lemus Editor, 2000, pp. 19-46.
Véase también en la misma obra colectiva: RIVAS GARCÍA, Ramiro: “La Guerra Civil en Tenerife”, pp. 47-78. Con respecto al cónsul británico: ALCARAZ ABELLÁN, José; ANAYA HERNÁNDEZ, Alberto; MILLARES CANTERO, Sergio: “Los extranjeros y la Guerra Civil en la Provincia de Las Palmas (1936-1939)”, en: VII Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1990, volumen I, pp. 99-132.
En cuanto al cónsul italiano: GONZÁLEZ VÁZQUEZ, Salvador: “La conspiración militar de 1936 en Canarias”, en: IX Coloquio de Historia Canario-Americana, Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1992, pp. 1.065-1.100. 4 CADN, Consulado en Las Palmas, Serie B, Caja 33, despachos 84 y 87 del gerente del consulado al Ministro de Asuntos Exteriores, 25 de julio y 1 de agosto de 1936, respectivamente. 4 Africa, nacionalizado en 1938 a pesar de su contribución a la causa franquista. En realidad, la conflictividad social, en muchos casos dirigida contra empresas de capital extranjero, se había agudizado durante los meses en los que gobernó el Frente Popular, pero no ha quedado constancia documental de ninguna conspiración, a excepción de estos rumores, reproducidos sin confirmar, y la versión propagada por las autoridades franquistas para justificar la sublevación del 18 de julio.5 La situación económica oscilaba entre el agravamiento y la mejoría, según se agudizara o paliara la escasez de artículos de primera necesidad. A principios de agosto cesaron las exportaciones de plátanos a Francia, y quince días después ya era evidente la consiguiente carencia de divisas que impedía realizar las importaciones indispensables para el abastecimiento de la población. Esta escasez disminuyó un poco a principios de septiembre con la llegada de artículos de primera necesidad, pero apenas un mes después era evidente la exigua disponibilidad de harina, azúcar, jabón y maíz. A finales de noviembre volvió a experimentarse cierta mejoría, pero para entonces ya se apreciaba un notable aumento del coste de la vida. Los diplomáticos franceses no profundizaron en las causas del deterioro económico, en gran parte provocado por las nuevas autoridades. El propio Gobernador Civil de Las Palmas reconoció en 1938 que los organismos creados en noviembre de 1936 para aplicar la política autárquica resultaron ineficaces, en buena medida a causa de la forzada reorientación del comercio canario hacia la Península.6 Otro asunto que captó la atención francesa en Canarias fue el envío de tropas isleñas a la Península: según los representantes consulares franceses, estas ascendían a medio millar de voluntarios falangistas a principios de septiembre de 5 CADN, Consulado en Las Palmas, Serie B, Caja 33, despacho 87 del gerente del consulado al Ministro de Asuntos Exteriores, 1 de agosto de 1936. Sobre la supuesta conspiración comunista: ALCARAZ ABELLÁN, José et al.: “La Guerra Civil...”, pp. 19-20. En cuanto al testimonio del ex-director del Bank of British West Africa: National Archives (NA), Foreign Office (FO) 371/22.684, carta de sir Roy Wilson al Foreign Office, transmitiendo un informe del ex-director del Bank of British West Africa, 26 de julio de 1938. Con respecto a la conflictividad social: MILLARES CANTERO, Agustín: “Sobre el papel de las compañías imperialistas en Gran Canaria: Canary Islands, Union, COPPA, City, SEP, CICER, UNELCO y Tranvías”, Aguayro, núm. 98 (pp. 31-34), 100 (pp. 39-42) y 101 (pp. 31-33), 1978 (abril-julio). 6 CADN, Consulado en Las Palmas, Serie B, Caja 33, despachos núm. 92 y 99 del gerente del consulado al Ministro de Asuntos Exteriores, 20 de agosto y 5 de septiembre de 1936, respectivamente. También en la misma caja: despachos núm. 117 y 143 del cónsul al Ministro de Asuntos Exteriores, 1 de octubre y 27 de noviembre de 1936, respectivamente. Véase el informe del Gobernador Civil en: Archivo General de la Administración (AGA), Gobernación, Caja 2.791, memoria del Gobernador Civil de Las Palmas, 18 de septiembre de 1938. Sobre la política autárquica en Canarias: RODRÍGUEZ MARTÍN, José Ángel: “Economía 1936-1979”, en: VVAA: Canarias, siglo XX, Las Palmas de Gran Canaria, Edirca, 1983, pp. 305-322. 5 1936 y un total de unos 5.000 soldados hasta noviembre de ese mismo año. También fue mencionada ese último mes la expedición que partió desde el archipiélago para ocupar Guinea, todavía leal a la República, así como la noticia de mediados de 1937 sobre el envío de una división reclutada en las islas hacia la Península. Todavía no sabemos la cifra exacta de reclutas canarios que participaron en la Guerra Civil, pero es de suponer que muchos de los más de 70.000 movilizados salieron del archipiélago. Los voluntarios falangistas sólo son algunos de los miles que se engancharon en las milicias, a pesar de la escasa presencia de Falange en las islas antes de 1936. En cuanto a la unidad militar reclutada en Canarias, se trata probablemente de la División núm. 151, aunque aquí sólo se alistó a parte de sus efectivos, siendo completada posteriormente en la Península.7 Tampoco pasó desapercibida la represión ejercida contra aquellos que mantuvieron su lealtad a la República. Ya en el informe de 25 de julio Thiais indicó numerosas detenciones e incluso que en Tenerife fueron requisados tres buques para utilizarlos como prisiones provisionales. Un mes después el agente consular en Santa Cruz de Tenerife apuntó que la cifra de detenidos en la isla oscilaba entre los 2.000 y los 3.000. Sin embargo, en estos informes no ha quedado constancia de que la represión fuera especialmente sangrienta, pues fueron redactados entre julio y septiembre de 1936, cuando las ejecuciones y desapariciones fueron selectivas. En cambio, entre diciembre de dicho año y junio de 1937 se intensificó, concentrándose en este semestre la mayoría de sus víctimas mortales, para el cual no se ha conservado ningún informe en los fondos del antiguo consulado.8 No obstante, sí se recoge un aspecto de la represión que afectó a numerosos ciudadanos extranjeros, entre ellos el francés Melchior Paulet. Las autoridades militares registraban las logias masónicas, mientras los falangistas humillaban a sus 7 CADN, Consulado en Las Palmas, Serie B, Caja 33, despacho núm. 99 del gerente del consulado al Ministro de Asuntos Exteriores, 5 de septiembre de 1936. Véase en la misma caja: despachos núm. 143 y 78 del cónsul al Ministro de Asuntos Exteriores, 27 de noviembre de 1936 y 25 de junio de 1937, respectivamente. Para la cifra de canarios movilizados: Archivo General Militar de Ávila (AGMA), Subsecretaría del Ministerio del Ejército, Caja 20.994, estadística por regiones de reemplazos llamados a filas y voluntarios alistados durante la guerra, 1940. En cuanto a los residentes en la provincia de Las Palmas alistados en las milicias: DORESTE MORALES, Prudencio: 8 meses de campaña, Las Palmas de Gran Canaria, Imprenta Falange, 1941, pp. 121-127 y 178-220.
Con respecto a la División 151: PINTO DE LA ROSA, J. M.: El grupo mixto de ingenieros núm. 4 en la campaña de liberación, 1936-1939, Santa Cruz de Tenerife, 1944, pp. 67-68. 8 CADN, Consulado en Las Palmas, Serie B, Caja 33, despacho núm. 84 del gerente del Consulado al Ministro de Asuntos Exteriores, 25 de julio de 1936. También en la misma caja: despacho núm. 475 del agente consular en Santa Cruz de Tenerife al vice-cónsul en Las Palmas, 28 de agosto de 1936. Sobre la represión: ALCARAZ ABELLÁN, José et al.: “La Guerra Civil...”, p. 30.
http://www.guerracivil1936.com

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