El 9 de agosto de 1950 partió de Valle Gran Rey el motovelero Telémaco. Iba abarrotado de 171 canarios, la mayoría gomeros y republicanos. Huían de la represión franquista y la miseria. El 16 de septiembre estos emigrantes ilegales alcanzaban milagrosamente La Guaira, Caracas, en uno de los episodios más emblemáticos de la emigración clandestina desde las Islas. Más de medio siglo después, el investigador gomero Ángel Suárez, hijo del timonel en aquella travesía, encontraba los restos del barco en una bahía de Venezuela. DANIEL MILLET / SANTA CRUZ DE TENERIFE Ángel Suárez no puede adelantar muchos detalles porque los contará todos el próximo jueves día 11, día fijado para la presentación del libro en el que descubre dónde está actualmente el Telémaco y cómo lo encontró. Pero sí pudo decir que está en una bahía de Venezuela, que está semihundido, que con la marea baja se ven los dos mástiles y parte de la estructura y que necesitó nada menos que tres viajes a la séptima isla para hallarlo y fotografiarlo, en un lugar de acceso restringido.
El libro se titula El Telémaco. El último viaje y para su realización Ángel Suárez contó con la colaboración del periodista Julián Ayala y de Manuel Mora, director de documentales y responsable de la editorial El Globo, encargada de la publicación. A pesar de que ya existen más de media docena de libros que han abordado la odisea del Telémaco, tres de ellos publicados por el mismo Manuel Mora, El último viaje trae importantes novedades, además de la fotografía de lo que queda hoy día del motovelero.
Suárez, un investigador autodidacta que se había dedicado al sindicalismo y que se metió de lleno en la investigación cuando se jubiló de Unelco, contó con muchas ventajas. Su pundonor por profundizar en la historia, pero sobre todo el hecho de que aquel famoso viaje le tocó muy de lleno. El timonel fue su padre, Cristóbal Suárez, un carpintero que apenas sabía algo de la mar por su afición a la pesca de bajura. Y el organizador fue su tío, Fortunato Armas.
Precisamente el hecho de ser sobrino de Fortunato fue clave para que Ángel Suárez localizara y se hiciera con uno de los principales tesoros que aporta El Telémaco. El Último viaje: 12 fotos inéditas de la travesía tomadas por Fortunato Armas gracias a una pequeña cámara con un único carrete que una prima de Ángel Suárez heredó y conservó en Venezuela como oro en paño.
Hasta ahora sólo existía una única imagen, tomada desde la costa, de la última travesía del Telémaco, uno de los barcos fantasma que sólo entre los años 1948 y 1950 transportaron hacia América del Sur -principalmente Venezuela- a más de 4.000 canarios ilegales y desesperados. La imagen, de mala calidad, muestra un Telémaco con la cubierta abarrotada de unos emigrantes, 171 exactamente, todavía sonrientes. No imaginaban los horrores, la sed, el hambre, el pánico y las tempestades que les aguardaba en el penoso camino hacia el sueño americano.
Las fotos inéditas que descubre el libro de Ángel Suárez muestran a los desesperados sobre cubierta en plena travesía, haciéndose hueco entre bidones oxidados de agua y combustible, o incluso a los clandestinos poniéndose vacunas. Son un documento excepcional de que, al igual que ahora sucede con los sudamericanos, subsaharianos o magrebíes, en aquellos años de dictadura, represión y asesinatos masivos le tocó el turno a los canarios huir a la desesperada en busca de un mundo mejor.
La publicación incluye nuevos datos y entrevistas a los viajeros del Telémaco que han llegado a nuestros días, como Teresa, la única mujer de los 171, que sigue residiendo en Venezuela.
La última odisea
El libro El Telémaco. El Último viaje recoge una de las últimas odiseas de la emigración clandestina desde La Gomera a América. Así lo explicó ayer el autor, Ángel Suárez, quien ofreció una rueda de prensa en San Sebastián de La Gomera para informar de la presentación, el próximo 16 y también en la capital colombina, del libro, un acto en el que estarán algunos de los viajeros. Suárez estuvo ayer acompañado de la concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Sebastián, Mª Esther Hernández. Señaló que el libro es producto de más de 30 años y que recoge una muestra del patrimonio histórico de la Isla que vino de la emigración ilegal canaria.
El libro se titula El Telémaco. El último viaje y para su realización Ángel Suárez contó con la colaboración del periodista Julián Ayala y de Manuel Mora, director de documentales y responsable de la editorial El Globo, encargada de la publicación. A pesar de que ya existen más de media docena de libros que han abordado la odisea del Telémaco, tres de ellos publicados por el mismo Manuel Mora, El último viaje trae importantes novedades, además de la fotografía de lo que queda hoy día del motovelero.
Suárez, un investigador autodidacta que se había dedicado al sindicalismo y que se metió de lleno en la investigación cuando se jubiló de Unelco, contó con muchas ventajas. Su pundonor por profundizar en la historia, pero sobre todo el hecho de que aquel famoso viaje le tocó muy de lleno. El timonel fue su padre, Cristóbal Suárez, un carpintero que apenas sabía algo de la mar por su afición a la pesca de bajura. Y el organizador fue su tío, Fortunato Armas.
Precisamente el hecho de ser sobrino de Fortunato fue clave para que Ángel Suárez localizara y se hiciera con uno de los principales tesoros que aporta El Telémaco. El Último viaje: 12 fotos inéditas de la travesía tomadas por Fortunato Armas gracias a una pequeña cámara con un único carrete que una prima de Ángel Suárez heredó y conservó en Venezuela como oro en paño.
Hasta ahora sólo existía una única imagen, tomada desde la costa, de la última travesía del Telémaco, uno de los barcos fantasma que sólo entre los años 1948 y 1950 transportaron hacia América del Sur -principalmente Venezuela- a más de 4.000 canarios ilegales y desesperados. La imagen, de mala calidad, muestra un Telémaco con la cubierta abarrotada de unos emigrantes, 171 exactamente, todavía sonrientes. No imaginaban los horrores, la sed, el hambre, el pánico y las tempestades que les aguardaba en el penoso camino hacia el sueño americano.
Las fotos inéditas que descubre el libro de Ángel Suárez muestran a los desesperados sobre cubierta en plena travesía, haciéndose hueco entre bidones oxidados de agua y combustible, o incluso a los clandestinos poniéndose vacunas. Son un documento excepcional de que, al igual que ahora sucede con los sudamericanos, subsaharianos o magrebíes, en aquellos años de dictadura, represión y asesinatos masivos le tocó el turno a los canarios huir a la desesperada en busca de un mundo mejor.
La publicación incluye nuevos datos y entrevistas a los viajeros del Telémaco que han llegado a nuestros días, como Teresa, la única mujer de los 171, que sigue residiendo en Venezuela.
La última odisea
El libro El Telémaco. El Último viaje recoge una de las últimas odiseas de la emigración clandestina desde La Gomera a América. Así lo explicó ayer el autor, Ángel Suárez, quien ofreció una rueda de prensa en San Sebastián de La Gomera para informar de la presentación, el próximo 16 y también en la capital colombina, del libro, un acto en el que estarán algunos de los viajeros. Suárez estuvo ayer acompañado de la concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Sebastián, Mª Esther Hernández. Señaló que el libro es producto de más de 30 años y que recoge una muestra del patrimonio histórico de la Isla que vino de la emigración ilegal canaria.
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