jueves, 22 de diciembre de 2011

LAS MUJERES EN LA HISTORIA DE CANARIAS

Sin lugar a dudas uno de los ámbitos de la historia que más ha impulsado la renovación de la disciplina es el que tiene a las mujeres por objeto de estudio. En escasas tres décadas los estudios de las mujeres en las universidades españolas han logrado el reconocimiento suficiente como para estar plenamente implantados tanto en la docencia como en la investigación.
La historia de las mujeres ha estado marcada por una renovación teórica y conceptual constante y la búsqueda de la metodología más adecuada al objeto de estudio, lo cual ha dado lugar a una dilatada producción científica que nos ha permitido cuestionar las bases sobre las que se ha venido asentando el conocimiento histórico tradicionalmente.
A pesar de ello, la memoria histórica de las mujeres en el Archipiélago canario sigue constituyendo una asignatura pendiente para la historiografía de las islas.
El conocimiento que poseemos sobre el papel desempeñado por las mujeres en la sociedad canaria es todavía escaso y fragmentario. El interés de las investigaciones se ha centrado fundamentalmente en desentrañar la presencia de las mujeres en la conformación de la sociedad resultante tras la conquista, así como breves retazos de la vida cotidiana de las mujeres canarias en el Antiguo Régimen.
El siglo XIX sigue siendo una incógnita en relación a las mujeres que lo poblaron, nada sabemos acerca de su participación en los procesos políticos, sociales y económicos que alumbraron en los albores de la contemporaneidad.
Sin embargo el siglo XX constituye el reverso del panorama anteriormente dibujado, los periodos más recientes han acaparado la atención de las investigadoras y los investigadores en las islas.
El presente número de la revista Canarii es un fiel reflejo del estado de la cuestión que acabamos de bosquejar. El grueso de las aportaciones se centra en la pasada centuria con artículos que abordan la presencia de las mujeres en el ámbito del trabajo y su relación con el movimiento obrero.
También hallamos nombres propios de mujeres que destacaron por su participación pública como Azucena Roja y otras que nombramos por todo lo contrario, porque representan el anonimato que retrata a la mayoría de mujeres que habitaron las islas desde la conquista a la actualidad. En la historia de vida de Carmen Lorenzo Hernández queremos ver el reflejo de la vida cotidiana de las mujeres del franquismo.
Por último, incluimos un artículo de máximo interés en la actualidad. La experiencia de las mujeres de la comunidad musulmana de Tenerife nos introduce en un mundo multicultural con el que convivimos pero que desconocemos y muchas veces obviamos.
En definitiva, los trabajos que en este número presentamos tratan de ser una imagen de la investigación histórica sobre las mujeres en el ámbito insular, un camino en el que queda mucho por hacer para lograr la tan ansiada historia total.

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